“𝑼𝒏 𝒄𝒖𝒓𝒊𝒐𝒔𝒐 𝒄𝒂𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒆𝒏𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒂𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒇𝒂𝒓𝒂𝒏𝒅𝒖𝒍𝒂”

Suspire al leer el titular de la revista de chismes, la luz del salón de clases se reflejaba ligeramente en el papel plástico de la revista.

Creo que fue hace 300 o 400 años, la verdad no lo recuerdo, cuando se originó la infección de regeneración, voltee en vano a ver el pizarrón tratando de recordar mis clases de historia.

Una enfermedad que se extendió rápidamente por todo el mundo y ahora no hay rincón en este desolado planeta que no sepa de ella. Si bien esta cosa no es letal en lo más mínimo si define una gran parte de tu vida, ya que cuando la enfermedad eclosiona en tu cuerpo, algo

en ti cambiara, por lo general es algo simple, el color de los ojos, dientes de tiburón, etc. Pero hay algunos casos muy extremos y una vez que lo tienes no hay vuelta atrás.

Así como la varicela, es el tipo de enfermedad que solo te da una vez en la vida, aunque hay casos realmente extraños donde puedes enfermarte dos veces, como la chica esa que a los 14 años pasó de medir 165 centímetros a solo 16 y después a los 15 le crecieron un juego de alas funcionales, nadie va a decir que la regeneración no tiene sentido del humor.

Volví a tomar la revista y seguí leyendo en completa soledad, después de todo las clases ya habían terminado hace unos buenos treinta minutos.

́Si bien la regeneración suele atacar en nuestros días de escuela, - Lei el único artículo interesante - en algunos casos puede retrasarse, como con la hermosa jovencita de 25 años Aniel Lucis, protagonista de filmes como La última espadachina y Salvaguardar, quien acaba de sufrir los estragos de la regeneración.

Probablemente tengas en mente su flamante rostro al oír su nombre, pues ahora si la vieras en persona de seguro no podrías reconocerla y no porque su apariencia haya cambiado sino porque simplemente no puedes saber que es ella.

Aniel cuenta que estaba entrando a un restaurante y a pesar de usar un tapabocas y unos lentes de sol de inmediato la reconocieron (¡¿Y cómo no?!) y así como de costumbre un pensamiento, una idea, una necesidad, lo desencadenó todo, y en un prispas ya nadie sabía quién era, ni siquiera su novio el atractivo bombón de la NFL James Rest.

Aparentemente ya nadie puede asociar su apariencia con Aniel Lucis, aunque como dijimos no cambió en lo más mínimo, si la vieras solo pensarias que es una chica linda cualquiera, mas linda que cualquiera eso sí, aunque si hablas con ella y la miras con mucho detenimiento, en unos cuantos minutos la reconocerás y a la minima que te descuides, volveras a ignorar su identidad.

¿No, nos crees? Pues abajo tienes una foto de ella junto con otras 8 talentosas actrices, suerte en reconocerla (Es la tercera de la izquierda a la derecha).´

Abajo de la nota había una foto de una gala o algo así, y la verdad es que no pude reconocer a la actriz y ninguna mujer de la foto, para ser sincero no me gustan las películas o los chismes así que no se ni quien es para empezar.

Cerré la revista y suspire.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Quedandome hasta entrada la tarde en la escuela solo para no toparme con esa idiota.

Ajuste mis lentes y mire por la ventana, el día comenzaba a dar paso a la noche y el color anaranjado que comenzaba a aparecer en el horizonte era su carta de presentación.

Me levanté estresado y tiré la revista en la basura de donde la había sacado minutos antes.

La verdad solo la leí porque recientemente ha habido un brote de regeneración en la escuela, y me preguntaba si esta vez si me golpearía, mentiría si dijera que no me ilusionaba y aterraba por partes iguales, después de todo es algo con lo que sueñas desde pequeño, tu regeneración.

Apenas había salido del salón cuando algo golpeó mi pantorrilla haciéndome perder el equilibrio y caer bruscamente sobre el suelo, solo para que después una suela de zapato aplastará mi cara.

“Mira que tenemos aqui, el idiota mas insoportable de todo el condado.”

Una ruinosa pero extrañamente linda voz llegó a mis oídos, podría describir perfectamente a la persona que clavaba cada vez más profundo la punta de su pie en mi mejilla. Alta, de largo cabello negro y una cara hermosa, un cuerpo delgado pero bien construido, con musculos sutiles pero bien entrenados, unas curvas envidiables y una sonrisa diabolica, aun que eso ultimo parecia que era la unica persona que lo veia.

“¡Levántate miserable!”

Ordenó Linsy Thomas, mi torturadora personal.

Tembloroso me levanté del suelo y mire hacia arriba, ella me empujo contra la pared sujetándome del cuello y dejando caer todo su peso sobre mi.

Podía sentir lentamente como mi garganta se cerraba a la fuerza impidiendo a mis pulmones recibir su dosis fundamental de oxigeno.

“Vamos degenerado, ¿Te faltan bolas o eres un cerdo masoquista?”

Ella me soltó del cuello solo para dejar caer su rodilla en mi entrepierna. ¿Por qué ella hace esto?

El año pasado ella se cayó en el pasillo provocando que su falda se levantara y yo estaba allí para verla. Tal vez vi de más, tal vez reaccione mal, el punto es que a partir de ese momento se dedicó a hacer mi vida miserable.

En pocas semanas ya todos me conocían como el asqueroso acosador de la linda y perfecta Linsy, y lo peor es que nadie parece creerme o importarle y estoy seguro que si me atrevo a defenderme, me expulsaran, si es que no acabó en la cárcel. Después de todo sería la palabra de la pobre víctima contra su repugnante acosador.

Además que tampoco estaba seguro de poder hacerle algo, ella no sólo era casi 20 centímetros más alta que yo, sino que estaba en mucho mejor forma que mi patético y flacucho cuerpo.

No sabía en qué momento había terminado en el suelo, y mientras ella seguía pateando con fuerza mi torso mientras reía, yo solo podía evitar llorar y pensar ¿por qué?

Fue entonces entre el dolor agudo y el frío suelo de cerámica que lo sentí, una especie de corriente eléctrica erizaba todo mi cuerpo, y una presión se fue acumulando en todo mi cuerpo y de repente un resplandor sucedió.

Era la regeneración y había llegado a cambiarlo todo, tanto para Linsy como para mí. -------O-------

Desperté, y lo único que veía era una especie de luz morada, por un segundo quise gritar y salir corriendo pero cuando intente mover mi cuerpo algo me lo impedía.

La desesperación comenzaba a apoderarse de mí, cuando la compresión llegó lentamente. Nos lo habían enseñado desde pequeños, incluso recuerdo haberme puesto una máscara que hacía que viera tal como estoy viendo ahora.

Si no fuera solo una alucinación, quería decir que efectivamente había pescado la regeneración y ahora mi cuerpo estaba cubierto por una especie de cristal morado.

¿Qué dijeron los maestros que tenía que hacer?

Creo que esta era la primera vez que me maldecía por no prestar particular atención en clases.

Tenía que hacer algo con la mano, creo. Pero no tenía idea de que se suponía que tenía que hacer y si yo no logro salir nadie romperá el cristal desde afuera ya que eso podría ser peligroso para el que estuviera adentro.

Mi corazón nuevamente empezó a agitarse, pero puse toda mi conciencia en respirar. “¡Volvamos a la mano!” Force mis pensamientos solo para evitar caer nuevamente en la agonía.

Yo tenía que… ¡Rascar! Si debo usar mis dedos y rascar, esta cosa debería ser fuerte para retenerme, pero si rasco con la uña de mi mano debería poder atravesarla.

Comencé a rascar mi prisión púrpura y me emocioné al sentir como un polvo cubría mi mano. No pasó mucho tiempo para que pudiera sentir el aire entrar en contacto con mi mano. El resto fue más fácil; Solo tuve que aplicar presión con mi dedo desde afuera y cedió fácilmente.

Una vez que mi mano estaba libre el resto del brazo fue pan comido, y obviamente lo primero que hice fue arrancar esta cosa de mi cara, para después flexionar mi vientre y levantarme felizmente fuera de mi caparazón.

No fue sorpresa ver que me encontraba en una clínica, lo que fue sorpresa fue escuchar un grito de sorpresa a mi lado, cuando voltee vi a un joven en bata que por alguna razón se tapaba la cara con una tablilla de madera.

“Si… Yo… ¡Me alegro que despertaras, iré a llamar a una enfermera para que te traiga una bata, por favor no te levantes de la cama!”

Dijo muy nerviosamente el que supongo que era un doctor, antes de salir corriendo, luchando por no mirarme.

Muy desconcentrado y más que nada ansioso por saber qué cambió en mi, voltee abajo pero mi vista fue rápidamente bloqueada por un enorme par de pechos que colgaban de mi cuerpo.

No debo decir que un grito más, solo que este evidentemente agudo se apoderó del pequeño consultorio.

-------O-------

Eventualmente, una enfermera me ayudó a quitarme el resto de la coraza violeta y a ponerme una bata.

Mientras solo asentía a cada instrucción de la enfermera mi mente vagaba acerca de que me había sucedido; Yo se que me había enfermado de regeneración, pero exactamente qué había hecho por mi este virus.

El doctor volvió poco después, y se disculpó efusivamente, su cara aun se iluminaba de un rojo incandescente pero parecía más tranquilo, tenía entendido que por ley alguien siempre debe estar vigilando los capullos para evitar el robo de identidad o cualquier problema médico en general, por lo que sospecho que debe ser un interno recién salido de la universidad.

“Yo… Si… Debo hacerte unas preguntas y verificar tu chip de identidad ¿si no tienes ningún problema?”

Preguntó el doctor.

En siglos pasados había problemas identificando quien era quien después de un cambio, por lo que ahora cuando cumples tres años te ponen un chip el cual solo guarda tu nombre y está diseñado para soportar incluso los cambios más extremos.

El doctor pasó una especie de detector de metales sobre mi brazo izquierdo y después de un pitido se retiró rápidamente. No pude evitar notar como me lanzaba miradas discretas de vez en cuando a mi pecho, lo cual solo me hacía sentir muy raro.

“¿Tu nombre es Cameron Roof?”

Asentí.

“Bien podrías decirme tus saltos y señas.”

Suspire y cerré los ojos pensando en aquel mantra que había escrito y tenido que memorizar hace años.

“Soy Cameron con C de castor, nací en este lugar, de nombre impronunciable y creo que esto se me va a olvidar.”

Dios estaba nervioso, todo el mundo te dice que esto son cosas importantes, pero yo solo puedo pensar en todos los problemas que tendré si fallo.

“Excelente, voy a tomarte una foto y tomarte tus huellas para tramitar tu nuevos papeles, este… te vamos a dejar sola, ¡Solo! digo solo, para que te explores a ti mismo, después la enfermera vendrá a tomarte tus nuevos datos biométricos.”

No tardaron mucho más en dejarme completamente solo frente a un espejo, y yo simplemente no podía sumar dos más dos ante lo que veía.

Frente a mí había una de las chicas más espectaculares que mi ojos habían tenido el placer de contemplar.

Una cara hermosa con rasgos delicados, que parece ser diseñados específicamente para captar el interés de todo ser vivo, brillantes ojos azules que resplandecían con inocencia, un cabello hasta los hombros de color plateado, que parecia brillar con la luz.

Si mi nuevo rostro era la reencarnación viva de la belleza y la inocencia, el resto de mi cuerpo era la cúspide de la sensualidad, un marco delgado daba cabida a dos enormes y perfectos pechos, una cintura delgada, decorada con el mas adorable ombligo que podrías imaginar, unas caderas anchas que anunciaba desde enfrente un gran pero firme trasero, piernas largas, con muslos tan simplemente deliciosos que muchos hombres y mujeres pagarían para morir aplastado por ellos.

Atrás había quedado mi flacucho cuerpo, ahora tenía músculos muy bien definidos pero lo suficientemente suaves como para no arruinar mi imagen de chica delicada; podía sentirlos en cada movimiento, me sentía poderoso, ágil y completamente energizado.

Hace mucho que la bata se había ido y solo había quedado mi hermosa piel blanca expuesta a los elementos. Con miedo toque mi entrepierna y debajo de un pequeño parche de vello plateado estaba el santo grial de cualquier adolecente cachondo, quería tocar y explorar más, pero hacerlo en un hospital simplemente era más de lo que mi falta de decencia podía soportar.

-----O-----

Mire la hoja que la enfermera me había dado, en ella se podía leerse mi nombre y mis nuevos rasgos físicos, “Altura: 182 centímetros; Peso: 69 kilos; B/C/C 94cm/58cm/94cm”

Suspire ante la ultima linea “Sexo: Femenino” Incluso habia traido una maquina de ultra sonido y parece que tengo todos los organos que una mujer debe tener, incluso me pusieron una cita para el ginecologo dentro de un par de dias.

“¡Woooooo!”

Una especie de grito o aullido me sacó de mi melancolía, al voltear a la puerta vi a una chica delgada de cabello café y orejas de perro.

Ella era mi vecina de toda la vida y mi única amiga Samanta, es un año mayor que yo por lo que ella se graduó de la escuela el año pasado, dejándome solo.

Ella se enfermó de regeneración hace dos años, antes de eso ella no había tenido orejas y cola de perro, ni había sido tan delgada y en forma como lo es ahora. No es que la regeneración le haya dado esa figura como a mi, pero si tuvo mucho que ver.

Ella estaba cuidando a sus dos lindos perritos schnauzers cuando la correa se rompió y salieron corriendo, ella los persiguió, pero con esos 20 kilos de más que cargaba en ese momento le era imposible siquiera intentar seguirles el ritmo, ella dice que en ese momento deseó tener la energía de un perro, por lo que cuando salió del capullo, ahora tenía orejas y cola con pelaje que coordinara con su cabello cafe. Más aún era una linda chica gordita, pero a veces los cambios no son solo físicos y hay cambios mentales, en su caso se volvió sumamente hiperactiva, empezó a levantarse muy temprano y con mucha energía, lo que la obligó a correr por 4 o 5 horas diarias, en poco tiempo, había quemado toda la grasa extra y ahora tenía una excelente aptitud física y algunos gustos perrunos como sacar la lengua cuando tiene calor por ejemplo, aun que aun con todo eso sus gustos frikis que nos unieron no cambiaron en absoluto, por lo que nuestra amistad siguió más o menos igual.

“¿En verdad eres Cameron?”

Pregunto completamente asombrada, camine hacia ella dándome cuenta que ahora le sacaba una buena cabeza de altura cuando la última vez que la vi ella era más alta que yo.

“Eso es lo que creo por lo menos.”

Sonreí al final, pero ella solo se volteo rápidamente, agitando rápidamente su cola de un lado a otro.

“¡Wooo! Es tan injusto.”

Protesto, y no podía culparla, había pasado de un palurdo chico de lentes, a una adolecente increíblemente hermosa… ¡Espera!

“¡No puede ser!”

Grité impactado por mi descubrimiento.

“¡¿Qué pasa?!”

Sam se volteó rápidamente preocupada de mi grito.

“¡Ya no necesito lentes!”

Solo pude escuchar la palma de samanta golpear sobre su frente, mientras gruñía exasperada.

---O---

Después de mi regeneración el simple hecho de caminar por los pasillos de la escuela era una experiencia realmente atrapante.

Sentía como mis caderas se balanceaban de un lado a otro rítmicamente. El ligero vaivén de mis senos y el contornear de mi cabello al aire. Pero sobre todo era como la gente me percibe.

Antes solo había indiferencia en el mejor de los casos, ahora hay respeto, deseo e incluso celos, pero de ninguna forma pasaba indiferente.

Esta última semana había sido una locura, todo lo que tuve que adaptarme. Fue muy estresante aprender a usar un brasier, no tanto por el hecho de tener que hacerlo, realmente se agradece, especialmente cuando tienes unos pechos como los míos, pero tener que tratar con mamá fue especialmente humillante, me hacía sentir como un niño pequeño.

La ropa fue otro punto, ya nada de mi antigua ropa encajaba, por lo que tuve que comprar nueva. En primera instancia, quería comprar algo que no fuera muy revelador o femenino, pero lentamente me di cuenta que no importaba que usara, nada me haría ver como un hombre nunca más, no con mis curvas por lo menos.

Al final termine con un nuevo juego de pantalones, pantalones cortos, blusas y camisas nada especialmente femenino, pero todo de la sección de damas, por lo que se ajustaba perfectamente a mi nueva figura.

Mientras caminaba embalsamado por las sensaciones desconocidas algo me empujó ligeramente hacia atrás, pero lo que llamó mi atención fue un estruendo frente a mi.

Voltee rápidamente para ver a un chico tirado en el piso.

Rápidamente extendí la mano.

“Perdon no me fije por donde iba”

Lance una ligera sonrisa, mientras el chico reaccionaba, cuando tomo mi mano pude sentir como su mirada se clavaba en mi rostro y tal vez algo más, y rápidamente su cara pasó de blanco a rojo.

“No, fue… fue mi culpa.”

El chico era un par de centímetros más bajo de mi nueva altura, estoy seguro que en cualquier otra circunstancia yo sería el que hubiera caído al suelo, pero este cuerpo mío no solo era hermoso, sino poderoso.

“Este… yo… Soy Kevin, un gusto conocerte.”

Un poco desconcertado de por qué me daría su nombre, intenté solo sonreír pero él me miraba ansioso. Por lo que al final termine cediendo.

“Yo soy Cameron, igualmente.”

Creo que él se dio cuenta de la incomodidad en mi voz, porque reaccionó un poco preocupado mientras desviaba la mirada para todas partes.

“No te había visto antes, ¿Eres nueva?”

Durante los primeros días me había pasado a todos corrigiendo, diciendo que era un hombre, ahora me doy cuenta de lo estupido que es eso.

“No, yo acabo de enfermar de regeneración, y cambié un poco.”

“¡Oh! ya veo… yo… Querías ir… digo si nos vemos de nuevo tal vez podamos platicar otra vez.”

“Claro.”

Por cómo se sujetaba de las manos era obvio que estaba muy nervioso, yo solo asentí y di una respuesta corta. Él salió corriendo mientras murmuraba algo en voz baja, yo solo suspiré en cuanto salió de mi vista.

Qué conversación más incómoda. Recientemente había estado intentando evitar pensar en eso. Digo, no soy idota se que ese tipo babeaba por mi, y como culparlo. Pero yo no quería pensar si es que ahora me gustaba la salchicha, es por eso mismo que no me había masturbado por miedo a lo que podría haber imaginado.

No me di cuenta que ya estaba completamente solo en el pasillo, parece que iba a llegar tarde a mi clase.

Camine lentamente, después de todo, 5 minutos o 10 minutos tarde, el castigo sería el mismo. Fue entonces que lo vi.

Era un chico bajito mas bajito que lo que yo había sido, tenía un cabello que parecía completamente descuidado, era escuálido lo cual se notaba por como se esforzaba por cargar un par de libros algo pesados junto con su mochila, por cómo se movía era como si no estuviera acostumbrado a su fuerza como si no esperara que los libros fueran tan pesados.

su cara no era fea, pero era demasiado femenina como para ser el prototipo de chico guapo convencional aunque algunas chicas podrían encontrarlo tierno supuse, aunque cualquier encanto que tuviera desaparecía por completo por esos viejos y feos lentes que traía puestos, eran tan horribles incluso para mi, a quien no le importaban esas cosas especialmente.

Camine hacia él y por alguna razón le di un ligero empujón, lo cual lo hizo perder su pobre equilibrio y cayó al suelo siendo aplastado por los dos grandes libros y gruño. Yo por otra parte me sentí eufórico.

No se que me estaba pasando pero sentí como mis pezones se erguían debajo de mi sujetador y algo comenzaba a calentarse entre mis piernas. Me dejé llevar por ese extraño sentimiento y me acerqué al pobre chico de lentes. Puse mi pie sobre su pecho y sin mucho esfuerzo lo forzé a quedarse en el piso.

El pequeño gritaba y se revolvía bajo mi pie, intentado inútilmente quitarme de encima, yo solo me deleitaba internamente viendo como su cara se ponía roja por el esfuerzo, su voz un poco mas aguda de lo que sería para un hombre promedio hacia que mis pechos vibran y sentía como algo una sensación tan conocida como extraña se tejía en mi entrepierna.

Alcé tantito mi pie permitiendo que empezara levantarse solo para dejarlo caer nuevamente haciendo que rebotaran en el suelo, cada vez que gritaba podía sentir como si algo se moviera en mi nueva plomería y lentamente pero muy seguro se iba creando algo realmente excitante.

“Vamos, enano, solo tienes que levantarte.”

Dije en un tono burlón, aunque un observador externo pudo haber escuchado como mi voz mas que burlona resonaba a sexo.

El seguía gritándome que lo dejara pero yo queria mas, sintiendo como me acercaba, gire mi pie y lo deje caer sobre su nariz haciéndolo sangrar profusamente, pero no fue solo su sangre lo que se derramó, en ese instante pude sentir cómo algo se liberó dentro de mi y un espeso pero cálido liquido comenzaba a escurrir por mis muslos debajo del pantalón, no lo razone pero había tenido mi primer orgasmo femenino y lo había hecho golpeando a un extraño.

“¡Oye, perra!”

Un grito me sacó de mi ensoñación. regresandome a mis sentidos aun algo aturdidos por todo el éxtasis que había sentido hace apenas un instante. Voltee a una esquina y vi a la capitana del equipo de voleyball, una linda morena y una de las chicas mas sexis de la escuela.

Cuando voltee abajo y vi al chico llorando sobre su charco de sangre, senti dos emociones contradictorias por un lado la vista me excitaba más que cualquier porno que haya visto, por otro me comenzaba a sentir asqueada por lo que había hecho.

Al no saber que hacer, tome la salida fácil y corrí rápidamente por el pasillo escuche como intento perseguirme en un comienzo, pero parece que decido quedarse con el chico. Yo solo fui a esconderme en la enfermería, era un lugar aislado y por lo general estaba solo.

Me senté en una de las bancas intentando dar sentido a lo que acababa de pasar. ---O---

“Hola…”

Dije tímidamente, jugueteaba con mis pulgares mientras observaba al chico bajito frente a mi, aunque ahora con mi nueva altura, son pocas las personas mas altas que yo.

“Ho… Hola…”

Contestó al voltear a verme, no pude evitar notar como su mirada se paro en mis pechos antes de llegar a mi rostro.

El chico, era un poco más alto que mi antigua altura, de cabello castaño y un cuerno blanco que nace de su frente.

“Mira se que lo que te voy a pedir es algo raro, pero acabo de enfermar de regeneración y quería comprobar algo y queria ver si podía darte un golpe en el hombro.”

Me sentía tan mal diciendo eso, me sentía como completa pervertida, y quien sabe tal vez realmente lo era.

Él sonrió y pude ver una mirada simpatía, tal vez su cuerno era solo la punta de regeneración.

“Claro, mientras no me rompas el brazo.”

Bromeo al final, aunque esperaba no hacerlo.

Con miedo dejé caer mi puño contra su hombro, un fuerte estruendo y un grito ahogado después y estaba en cuclillas sobándole el golpe sintiéndome fatal.

Le había golpeado más fuerte de lo que quería y era evidente que iba a hacerle un buen moretón. Pero a diferencia del otro muchacho, no había esa gran excitación de antes. Después de disculparme una y otra vez, decidí salir de la escuela, después de un largo día de clases, parece que volverme una bomba sexy no hace las clases más divertidas, aunque debo admitir que el trato que me da la gente es insuperable.

En el momento en el que salí por la puerta alguien me sujetó del hombro.

Al voltear pude ver a la amiga de Linsy, la linda morena capitana del equipo de voleyball y la misma que me había visto patear a ese tipo, detrás de ella estaba el subdirector Gonsalez, ya sabía lo que me esperaba.

---O---

En ese momento en la oficina del subdirector estaban 2 chicas sexys y un chico bastante bajo para su edad, frente al dueño de la oficina, y para un cambio yo estaba en el grupo más numeroso.

“Señorita Yolanda, por favor salga de mi oficina, me gustaría hablar a solas con los dos involucrados.”

“¡Pero señor!”

“Por Favor, no me obligue a volverselo a pedir.”

Resignada, Yolanda, es decir la chica morena, salió de la habitación no sin antes lanzar una mirada de apoyo al chico de cabello negro.

“Ahora los dos siéntense por favor”

Ambos nos sentamos frente al escritorio del escritorio del subdirector, el hecho de estar cerca del tipo de lentes me estaba excitando, era como si su presencia, pero principalmente su nerviosismo e incomodidad fueran un afrodisiaco para mi.

Note como por alguna razón estaba sentada agazapada en la silla con las piernas juntas y la cabeza enterrada en mi pecho, incluso con un pequeño temblor en mis hombros, fue similar a la primera vez que lo vi, estaba actuando más por instinto que por otra cosa.

“Bueno, podría explicarme alguien que sucedió.”

El señor Gonsalez era un hombre justo por lo que no parecía que tuviera ya una resolución en su cabeza. El tipo intentó hablar pero su voz temblaba y no podía hablar del miedo, oír sus pequeños gemidos estaba haciendo que el ardor que experimente en la mañana volviera lentamente. Yo interrumpí sus patéticos intentos de palabras y comencé a hablar.

“Yo estaba caminando a mi salon” - Me sorprendí a mí mismo, mi voz se oía temerosa y ligeramente nasal y realmente no estaba seguro de dónde venía la historia que estaba a

punto de relatar. - “ Cuando pase al lado de este chico y sentí como agarraba y apretaba mi tra… nalga, yo la verdad no tengo mucho con este cuerpo y no sabia como reaccionar, por lo que lo empuje, pero creo que use más fuerza de la debida ya que lo tire al suelo, y los libros que estaba cargando le cayeron en la cara, quise ayudarlo, pero al ver la sangre me espante y salí corriendo ¡Lo siento mucho, no quería dejarlo solo, pero era la primera vez que me pasaba algo así! ”

Dios, me asuste a mi mismo, mi voz se oía realmente apenada incluso comencé a llorar, no sé dónde vino este numerito, pero el subdirector pareció tragárselo enterito.

“Yo… no… Yo…”

El chico quería decir algo pero parecía tan descolocado, como si estar en el papel del malo fuera tan ajeno para él que no podía formar palabras.

“Señor Lin, me imagine que esto sería algo por el estilo. Muy bien, supongo que fue solo un accidente, sé que usted es un hombre desde hace poco más de una semana, por lo que entiendo que estos nuevos sentimientos lo puedan sobrepasar, por lo que solo le voy a pedir que no vuelva a repetirlo. En cuanto a usted señorita Cameron, se que pudo sobre reaccionar, pero espero e intente mantenerse mas calmada. Ahora pueden irse. ”

Me levante aun sollozando, y los dos salimos de la oficina del subdirector, cuando cerramos la puerta, no pude evitar lanzarle una gran sonrisa al chico aparentemente llamado Lin, el me miro directamente y vi como su cara palideció y sus ojos se llenaban de lágrimas, solo para salir corriendo por el pasillo, verlo fue tan malditamente orgasmico que quería perseguirlo y darle mas cariño pero había mucha gente alrededor.

Cuando Yolanda vio correr a su amigo, intentó seguirlo pero se detuvo a la mitad y volvió a encararme.

“Si quieres hablar hagámoslo en lugar menos público.”

Me sentía extasiado y debía quitarme esta molestia cuanto antes, sin embargo cuando llegamos a uno de los patios de la escuela, mi mente ya se había enfriado y las dudas comenzaron a asaltarme, ¡¿Porque había hecho eso?!

Ella me miró a los ojos dándome cuenta por primera vez que tenía dos pupilas por ojo. “Bien maldita perra manipuladora, no voy a dejar que trates así a mi amiga.”

Ella trató de ser lo más ruda posible pero la diferencia de altura hacía que perdiera impacto, yo por otra parte solo quería pararla, se que aunque no me crean en este punto, no me gusta la violencia.

“Espera, realmente no se que esta pasando yo no quiero hacerle nada a ese chico, pero en cuanto estoy cerca de él solo puedo pensar en hacerlo miserable.”

Alcé las manos e intente explicarme, aunque sonaba como una mierda si lo digo yo mismo.

“Oh no salgas con tus sucias mentiras, estuve escuchando tu acto con el subdirector, ella ha sufrido mucho, tuvo un horrible caso de regeneración y su vida ha sido miserable desde entonces.”

Podía ver la ira en sus ojos, y como apretaba sus puños era obvio que tal vez solo sus valores o decencia la detenían de abalanzarse contra mi. Aunque hay algo que me está molestando desde la reunión con el subdirector.

“Espera, ¿de que ella estás hablando?”

Ella me miro sorprendida como si fuera imposible que no supiera y luego volvio a hablar.

“Ese chico de lentes, era una mujer hasta que tuvo su caso de regeneración seguro la conoces, su antiguo nombre era Linsy Thomas.”

En cuanto lo escuche, toda la culpa que sentía por el pobre chico se esfumó, y tal como muchas personas cuentan tuve una compresión casi divina del porqué de mi cambio.

Comencé a reírme a carcajadas, lo cual debió irritar a Yolanda por fin dejó caer su puño en mi cara, apenas dolió un poco no había mucha fuerza en sus brazos.

“Vaya ahora comprendo todo, esa perra se lo merece.”

Dije felizmente.

“¡Cómo puedes decir eso! ¡No sabes lo que esta sufriendo!”

“Oh me hago una idea, y te aseguro que lo que sea que esté sufriendo se lo merece después de todo lo que me hizo.”

Al ver el poco impacto que tuvo su golpe supongo que decidió que seguir adelante no era buena idea. Pero aun así ella estaba exasperada y su voz comenzaba a romperse, esa zorra no se merece amigas tan buenas como ella.

“Nunca te había visto, ¿que pudo ella haberte hecho que justifique esto? Ella paso de ser una persona en forma y que vivía para el deporte en alguien que si corre un par de kilometros cae muerto de agotamiento, sus ojos se volvieron casi inútiles y perdió prácticamente todos sus reflejos y para colmo su papá la corrió de su casa.”

“Si me conoces soy Cameron Roof o como me presentaba tu querida amiga, ese asqueroso acosador. y antes de que te hagas ideas, déjame te cuento que paso cuando nos golpeó la regeneración, ella me estaba pateando en el suelo cuando la pregunta de ¿por que hace eso? llego a mi mente, supongo que ahora puedo saberlo y era por que era una puta sádica.”

“¡Tu! ¡Ella jamás haría eso!”

“Mira no tengo nada contra ti ni nada, por lo que me voy, y si quieres saber que lo que digo es verdad ¿porque no le preguntas? Estoy segura que en cuanto le digas quien soy va saber porque termino así.”

Era bien sabido que por alguna razón al ver cierta perspectiva uno podía darse cuenta del detonante de su regeneración e incluso encontrarle cierta lógica.

Sin volver a dirigirle palabra a Yolanda salí de la escuela, sintiéndome tranquilo conmigo mismo por primera vez en todo el día, el saber que detrás de ese chico de lentes estaba la maldita de Linsy, solo me hacía pensar en esto como justicia divina.

--O--

Ayer había dormido excelente, realmente saber que Linsy estaba recibiendo su castigo después del infierno al que me sometió hizo milagros en mi psique.

El día fue casi igual que ayer, aún no había podido relacionarme mucho con la gente, algunos chicos habían intentado abordarme, pero parece que mi altura es un rasgo disuasorio para la mayoría.

Al terminar las clases busque a Linsy o Lin como aparentemente se hacia llamar ahora. Yo no había tenido que cambiar mi nombre, Cameron es lo suficientemente bueno para los dos sexos.

Eventualmente logré dar con el nuevo chico, estaba en el gimnasio, Yolanda le aventaba pelotas de volleyball y estas pasaban de largo de él. Intentaba devolverlas pero sus movimientos eran demasiado lentos y eso si es que siquiera puede reaccionar. Supongo que sus días como estrella del deporte terminaron.

Tal vez debería intentar un deporte, siempre se me dio fatal, pero algo me dice que ahora será diferente.

Lin se levantó obviamente molesta, e intentó patear un balón del suelo, aparentemente frustrado, pero la patada solo rozó la pelota, y el impulso hizo que cayera estrepitosamente.

El se levanto rápidamente y salió corriendo del gimnasio, Yolanda intentó seguirlo, pero se detuvo después de unos pasos, supongo que reflexiono que era mejor dejarlo solo, lo cual era perfecto para mi.

No me sorprendió encontrarlo llorando, en uno de los jardines de la escuela. “Mira, mira, tenemos un maldito llorón aquí.”

Un insulto de primaria bastó para que mi cuerpo comenzara a excitarse. “¡Tu! ¡Tu me robaste todo!”

El enano corrió hacia mí intentando golpearme pero un rápido movimiento de mi pierna lo mandó a su lugar, a mis pies.

“Yo no te robe nada, tu sabes que la regeneración no funciona así, o ¿es que no solo te convertistes un enano enclenque sino también un completo estupido?”

Lo admito soy pésima insultando pero dios sí me sentía bien, mis pechos hormigueaba y en mi vagina crecía una expectación.

Puse mi pie en su mejilla, no sin perderme la ironía.

“Y pensar que hace una semana estábamos con las posiciones completamente invertidas, dime, ¿te arrepientes de lo que hicisteis?”

Volteo a verme, había miedo en su mirar, y el temblar de sus labios provocaba que mi entrepierna comenzará gotear.

“Yo… he pensado mucho…”

No lo deje terminar, lo patee en el abdomen sofocándolo, su dolor terminó de enviarme al orgasmo, podía sentir el placer recorrer mi nuevo cuerpo, casi sentía como mis rodillas cedían al placer.

“Dios, ¿Por esto me golpeabas? ¿Te excitaba hacerme daño? ¡Porque a mi me encanta!”

Mientras el seguía en el piso, la ola de placer no parecía que fuera a detenerse, esto era mejor que cualquier otra experiencia que podría haber tenido.

Lo levante sin el más mínimo problema y lo mire a los ojos a través de esas feas gafas viejas.

“Mira lo patético que terminaste, todo por que no podías evitar pensar con la vagina, y ahora ya ni vagina tienes, te volviste completamente inutil.”

Lo aventé contra la pared y lo sujeté con mi mano izquierda, mientras con la derecha comenzaba a jugar con mi pecho.

“Recuerdas lo que era tener estos, se siente genial tocarlos, lamentablemente jamás volverás a tocar uno, ni siquiera Yolanda dejaria que un remedo de hombre como tu la tocara.”

El comenzó a llorar y gritar yo solo aplaste su hombro con fuerza, mientras sentía como otro orgasmo me hacia gemir fuertemente.

“Yo no lo hice por eso… mi papá siempre quiso un hombre, y siempre me lo recordo, yo solo queria demostrarle que era mejor que un hombre y mira cuando por fin soy un hombre aparentemente lo único peor que tener una hija es tener un hijo inutil.”

Se desahogo, yo me sorprendí un poco. Pero realmente no me interesó, por la razón que fuera ella me había provocado tanto dolor y sufrimiento y ahora podía hacerla pagar y de paso tenía estos increíbles orgasmos de recompensa.

Esa tarde me corrí tres veces más, antes de que decidiera que ya era muy tarde y lo deje ir. No sin antes amenazarlo de lo que pasaría si abría su boca, ahora nadie le creería solo tenía que hacer un pequeño puchero y todos creerían que su regeneración lo había convertido no solo en un cuatro ojos, sino en un maníaco sexual, ella vio que no tenía escape.

--O--

Dos semanas habían pasado desde que intencionalmente busque a Lin por primera vez. Fueron pocos los días donde no tuve mi ración de festín sexual a sus expensas.

Tiraba de su brazo hacia arriba mientras se lo doblaba sobre su espalda, en uno de los salones vacíos; Deleitándome con sus deliciosos gritos.

Eventualmente un chico muy alto, que me sacaba casi 20 centímetros y mas fornido que muchos fisicoculturistas entro al cuarto.

No me asuste, en estas dos semanas me había dado cuenta que cuando estaba en este estado de lujuria desenfrenada cerca de esta peste humana, los hombres eran arcilla en mis manos, en mas de una ocasión uno me había visto y bastaba unas palabras dulces una caricia aqui, otra caricia haya y se someterían a mi voluntad.

En esta ocasión quería probar algo mas, quería tocarme mientras el sufría pero era difícil hacer las dos cosas al mismo tiempo, por lo que le pediría ayuda.

Me colgué del brazo del grandulón, tenia entendido que era un chico normal hasta antes de su regeneración, aunque parece que conservó su personalidad dócil incluso después de ganar todos esos músculos.

“Oye galán, podrías hacerme un pequeño favor.”

Mis abundantes pechos rozaban sus biceps y su cara se ponía roja como un tomate. “Cla… claro.”

Por su mirar dirías que está casi en un trance, si es que realmente no lo estaba. “Podrías golpear a ese chico por mi.”

El solo asintió y comenzó a hacer lo que le pedí, Lin intentó escapar pero fue rápidamente tumbado y sometido a una cruel paliza.

Yo desabroche mi pantalón y puse mi mano dentro de mis bragas empapadas y comence a jugar con mi vagina deleitándome del más grande orgasmo que había experimentado en mi vida.

Sentir como mis dedos se enterraban en mis carnes al ritmo de los gritos de agonia de ese idiota hacian que toda mis carnes gritaran de placer.

Mis dedos bailaron entre los pliegues de mis nuevos labios sintiendo como escurrian los jugos del placer, mi otro mano fue a jugar con mis pechos los cuales ya había descubierto tiempo atrás.

Un orgasmo se liberó tras otro mientras los puños de esa montaña de músculos mancillaron al pequeño e impotente Lin.

En un instante entre uno de mis múltiples orgasmos, el grandulón dejó de golpear a Lin y miró su mano, la cual tenía rastros de sangre en sus nudillos.

“Tu, que me has hecho hacer.”

Gritó asustado, se levantó rápidamente viendo como había dejado al chico en el piso, solo para temblar de terror.

Fue su reacción abrupta lo que despejo mi mente, allí estaba yo, con la vigina al aire y los pantalones en mis tobillos, un chico de lentes ensangrentado e inconsciente en el piso y un grandulón sollozando en una esquina.

La mirada de terror que me dio el grandulón cuando intente acercarme a él, hizo que se me revolviera el estómago y como la cobarde que soy sali corriendo tan rápido como pude volver a ponerme mis pantalones.

--O--

“Son pesadas.”

Me queje mientras empujaba ligeramente mis pechos.

“Presumiendo comida frente al hambriento.”

Se quejó Samanta de forma juguetona, ambas estábamos en el porche de su casa sentados en una banca simplemente viendo los carros pasar por la calle. Siempre habíamos sido muy cercanos, pero desde mi regeneración ella me había apoyado de gran manera y bueno ahora tenemos más en común, excepto los pechos, ella prácticamente no tiene pechos.

Ella estaba acostada sobre mi regazo y yo mientras tanto rascaba sus orejas. Ella parecía disfrutarlo, y a mi no me importaba.

Solté un fuerte suspiro, por quien sabe cuantas veces el día de hoy.

“¿Aún no sabes qué hacer?”

Yo le había contado todo mi situación. Principalmente mi dilema actual.

“Sabes lo mucho que odio a esa perra creo que incluso si no se sintiera tan bien humillarla, aún lo haría pero…”

“Tienes miedo.”

Ella puso su mano en mi cara y sonrió. Ella tenía razón estaba aterrada, no sabía que iba a suceder conmigo, me sentí terriblemente culpable por haber involucrado a ese chico.

Yo en el fondo sabía que si seguía dejándome llevar eventualmente terminaria matandolo, y no creería que tener su vida en mi conciencia valga la pena cualquier orgasmo que pudiera tener.

“Cameron, te conozco y sé que no eres cruel, pero debes elegir que es mas importante para ti. Tu sabes que no puedes continuar de esta forma.”

Cerré los ojos y pensé en Linsy, y la rabia que sentia, despues de muchos golpes descubri a ciencia cierta que ella solo me trataba asi porque era una forma de vengarse de su padre abusivo, un cretino de cualquier forma posible, pero eso no hacía que la odiara menos, deseaba seguir viéndola sufrir.

La regeneración no era una fuerza mística, por lo que mi adicción sexual a lastimarlo vino de mi propia mente, al pensar en por que ella me trataria de esa forma.

“Mira, es muy simple.” - Samanta me abrazó cariñosamente al verme temblar de ira. - “Hay una cosa que no ha cambiado desde antes de sus respectivos casos de regeneración.”

La mire confundida, todo había cambiado, ahora yo tenia el control, ya no era la víctima, ella era quien vivía el sufrimiento y estrés de ser acosado todos los días, por alguien a quien nadie te creería jamás sin importar cuanto lo hablaras.

Ahora yo era la chica sexy con un cuerpo perfecto que todos admiraban solo por su sonrisa y ahora ella era el pele pito chico que solo podía esconderse y rezar para que no lo encontrara.

Miré directamente a los ojos de Samanta y ella eventualmente terminó su oración. “Ella aun sigue controlando tu vida.”

Sus palabras resonaron fuertemente en mi interior.

--O--

“Entonces ¿Para que nos hablastes aquí?”

Dijo Yolanda enojada. Estoy segura que ella sospechaba de mi acoso constante a Lin pero estoy igualmente segura que él no le dijo nada.

Después de su regeneración, muchos de sus amigos dejaron de tratar con Lin, la mayoria por que ya no tenían mucho en comun, otros por que ya no podía ofrecerles lo que querían de ella cuando era la estrella del deporte y sexy Linsy, solo Yolanda siguió a su lado incondicionalmente y realmente la admiraba por eso.

“Hay algo que quiero decirle a Lin, pero si lo veo sin nadie de por medio se que no podré controlarme y terminará mal.”

Escuché como algo golpeó un mueble dentro del salón, yo me encontraba en el pasillo, Lin en el salón y Yolanda en la puerta separandonos.

Aparentemente el grandulón le había hecho una fractura seria en el brazo, que yo sepa no denuncio y no hubo algo más del incidente, por lo que no sabía quién lo ayudó, y realmente no me importa mucho.

“Lin, seré sincera contigo.” - Dije en voz fuerte, para que él me escuchara, después de todo si mis planes iban bien nunca más escucharía mi voz.- “No te tengo ni la mas minima gota de simpatía, me sumiste en la desesperación, piensa que tu apenas a sufrido esto un par de semanas yo viví de esa forma o tal vez peor por un año, pero eso no importa. Solo quería que supieras que nunca más me volverás a ver, voy a cambiarme de escuela, voy a alejarme lo más que pueda de ti, no voy a dejar que todo el odio que sembraste en mi, termine consumiendo. ”

Sam tenía razón, ella había dictado mi vida durante el último año, y actualmente no era diferente, aun tendía a dirigir mi vida en su dirección, y mientras siguiera dejando que este odio y lujuria me consumiera no sería diferente.

Decir lo que pensaba en voz alta y sin estar consumida por un fuerte orgasmo hacia que sintiera como un peso salir de mis hombros.

“Yolanda, a ti sí te ofrezco una disculpa honesta, ver sufrir a alguien que aprecias y no poder hacer nada debe ser difícil, se que no podrás perdoname, pero espero que estes mejor al saber que tu amigo ya no tendrá que esconderse.”

Ni Yolanda, ni Lin dijeron nada, ni tampoco quería que lo hicieran esto fue solo por mi egoísmo quería cerrar este círculo de violencia y sufrimiento.

Di media vuelta y me fui de esa escuela por última vez, sintiéndome libre por primera vez desde que Linsy Thomas empezó su acoso desenfrenado. Pensando en lo que haría a continuación.



Tenía que admitir que la regeneración había sido muy buena conmigo, me había abierto muchas posibilidades rápidamente, tal vez incluso podría hacer algún deporte. Estaría bien probar la porra, ¡Dios sabría que me vería bien en ese uniforme!